La industria alimentaria está atravesando una transformación profunda en materia de sostenibilidad. Con la entrada en vigor del nuevo Reglamento Europeo de Envases y Residuos (PPWR), los profesionales de logística y packaging se enfrentan a un nuevo paradigma: diseñar envases que no solo protejan el producto, sino que también cumplan con exigencias legales de reciclabilidad, compostabilidad y trazabilidad. Este post te ayudará a entender qué exige la nueva normativa, cómo afecta a tu operativa diaria y qué oportunidades abre para innovar y liderar en sostenibilidad.

¿Qué exige la nueva legislación?

El Reglamento Europeo PPWR (UE 2025/40), en vigor desde febrero de 2025, establece que todos los envases comercializados en la UE deberán ser reciclables o compostables antes de 2030. Las principales exigencias incluyen:

  • Reciclabilidad obligatoria: Los envases deben cumplir criterios de diseño para el reciclado (DfR) y ser clasificados en grados A, B o C. A partir de 2038, solo se aceptarán los de grado A o B.
  • Contenido reciclado mínimo: Por ejemplo, los envases de PET deberán contener al menos un 30% de material reciclado en 2030 y un 50% en 2040.
  • Compostabilidad industrial: Algunos productos como bolsas finas, cápsulas de café con filtro de papel y etiquetas de frutas deberán ser compostables en condiciones industriales en un plazo de dos años.
  • Prohibición de sustancias peligrosas: Se eliminan compuestos como PFAS, plomo, cadmio y bisfenol A en envases en contacto con alimentos.
  • Etiquetado armonizado: Se exige información clara sobre reciclabilidad y composición para evitar el greenwashing y facilitar la separación de residuos.

Tendencias clave en packaging sostenible para 2026

Además de las exigencias legales, el mercado está adoptando nuevas soluciones:

  • Paperización: Sustitución del plástico por papel con recubrimientos biodegradables.
  • Biomateriales: Uso de celulosa, algas y subproductos vegetales para crear envases compostables y funcionales.
  • Envases inteligentes: Incorporación de sensores IoT, etiquetas NFC y blockchain para mejorar trazabilidad y seguridad alimentaria.
  • Reutilización: Modelos de envases retornables que reducen residuos y fomentan la economía circular.